Aquí podrás encontrar sugerencias para mejorar tu escritura y afrontar el reto de escribir tu novela.
No comiences nunca tu novela con un flashback. Esta técnica requiere una buena práctica y puede distraer al lector y romper el ritmo de tu novela.
Engancha al lector desde la primera oración. Tus primeros párrafos son relevantes a la hora de que el lector decida entre seguir leyendo o cerrar el libro.
No cometas errores ortográficos.
Escribe sobre lo que conoces. Si lo desconoces busca documentación o ayuda. No inventes, restará credibilidad a tu manuscrito y a ti como escritor.
Evita el uso excesivo de la terminación mente en los adverbios. Demuestra poco dominio del lenguaje.
Evita el uso excesivo de los puntos suspensivos. Denota que no se sabe que decir.
Crea personajes coherentes. No puedes describir a tu personaje como alguien sosegado y después mostrarlo siempre enfadado.
Usa los tiempos verbales de forma correcta.
Presta mucha atención a las redundancias. María se dijo a sí misma, es una redundancia habitual. Todo lo posterior a se dijo, sobra.
No uses sinónimos inusuales a la hora de hablar en los diálogos.
No uses excesivos sinónimos poco usados, o rimbombantes, en tu texto. Nadie quiere leer un libro con un diccionario al lado y resulta pedante.
No describas en dos o más palabras lo que puedes decir en una.
No incorpores personajes o escenas que no aportan nada al argumento.
No crees diálogos demasiado extensos.
No crees oraciones muy largas con muchas subordinadas. Puede provocar que el texto sea difícil de leer y comprender.
No crees oraciones como si estuvieras escribiendo un telegrama.
Si en tu novela haces mención a algo como: indescriptible, por favor, no corras a continuación y lo describas. ¡Es indescriptible!
Consigue que el lector identifique a tu personaje y estados de ánimo por gestos o características. Al lector le gusta discernir por sí y no quiere todo mascado.